domingo, 18 de marzo de 2007

Pero los recuerdos...

“Y a medida que pasan van cayendo en un pozo oscuro, del que brotan a veces algunos recuerdos felices o no. Esto es lo que me angustia. El olvido. El tiempo. Que cada esfuerzo actual sea un recuerdo futuro tratado arbitrariamente según la contextura anímica que he de tener y que ahora desconozco. Aspiro a la lucidez. Temo no hallarla nunca” A. Pizarnik


En las últimas 3 entradas he terminado hablando de lo mismo: lo que pudo haber sido, lo que fue, lo que no fue… Los recuerdos y la memoria siempre han sido tema para mí. Algo sumamente relevante.

Es extraño cómo en los últimos años mi memoria se ha ido modificando. ¿En qué sentido? Bueno… Tengo muchos recuerdos de la niñez, muchísimos… Desde los 3 años hasta más o menos 10, 11 años. Recuerdo detalles ínfimos, por ej. conversaciones con compañeros del jardín infantil :P… Me llamó mucho la atención cuando leí “Memorias de una joven formal”, de Simone de Beauvoir… Es el primer libro de sus memorias, parte desde la infancia hasta su entrada a la universidad. En fin… ella decía que cuando tenía 5 años pensaba, y que esto lo recordaría de adulta… Que era un ser humano pensante. Por qué? Los adultos creen que los niños son entes que vagan por ahí jugando, y sin tener conciencia del mundo exterior [bueno, generalizando, obviamente]. Esto no es así. Puedo recordar cosas que pensaba, y cómo percibía el mundo. Era una forma mucho más perceptiva de comprenderlo… había cosas que sentía, pero no podía traducirlas muy bien a ideas. Faltaban herramientas [lenguaje, experiencia, etc]. Pero de un modo algo complejo de explicar [racionalmente], lo entendía… Con los años, en conjunto de la buena memoria, he podido traducir algunas, unir ciertas piezas. Eso sí, la buena memoria puede ser un arma de doble filo…

A los 10, 11 años, comencé a ser más selectiva [conscientemente o no? ]… Quizás se deba a que fueron años más planos, o no lo sé, en verdad...

El otro día hablaba con una amiga, quien tiene “memoria signifitiva”: Las cosas importantes, que realmente le interesan, las almacena… claaro, se le olvidan direcciones, horarios, números de teléfono, pero bueh, detalles! XD Eso me recordó un cuento de Sherlock Holmes [de Arthur Conan Doyle] que leí… en una ocasión, Sherlock hace un gran análisis de un asesinato, con detalles pequeños… con conocimientos ultra extraños, cosas que el común de la gente no conoce. Watson le pregunta cómo sabe esas cosas. Él responde que la memoria no es infinita. Al almacenar un dato, estás borrando otro, o quitándole espacio a futuros datos relevantes. Por tanto, él sólo memoriza las cosas que pueden servirle. No llena su cabeza con datos inútiles, con gente que no le importa, etc…

En fin. A partir de la pubertad, los recuerdos [en mi caso] son más aislados, pero más significativos…

A qué quiero llegar? En todo esto de la memoria hay un pero… Personalmente, creo que al final los recuerdos son lo único que nos queda. Es lo que somos. Como dije anteriormente, el olvido es similar a la muerte… El pero es la subjetividad de los recuerdos. Con el pasar de los años, los recuerdos se van deshaciendo. Al recordar, puedes ir cambiando/agregando/quitando cosas, debido a su subjetividad inherente.

Se me hace un poco absurdo, pero gracioso [“humor negro”, sipo]… mucho. Es decir, supongamos que vivimos hasta los 80… todos tus amigos murieron ya… tus hijos [si es que tuviste], están en la suya… estás solo/a… “en tu cama amplia, y sola” [parafraseando a serrat:P]… qué queda? … los recuerdos… pero sólo algo vago? Si fue tanto lo vivido…

Mm eso si… el olvido “no es”… es decir, no recordarás… por tanto, no tendrás consciencia de los recuerdos perdidos, porque habrás olvidado… a simple vista, puede parecer algo ocioso el cuestionarse tanto acerca del tema... pero igual… mientras pueda ir en busca de la lucidez, lo haré…


*******

Los recuerdos suelen
contarte mentiras.
Se amoldan al viento,
amañan la historia;
por aquí se encogen,
por allá se estiran,
se tiñen de gloria,
se bañan en lodo,
se endulzan, se amargan
a nuestro acomodo,
según nos convenga;
porque antes que nada
y a pesar de todo
hay que sobrevivir.

Recuerdos que volaron lejos
o que los armarios encierran;
cuando está por cambiar el tiempo,
como las heridas de guerra,
vuelven a dolernos de nuevo.


Los recuerdos tienen
un perfume frágil
que les acompaña
por toda la vida
y tatuado a fuego
llevan en la frente
un día cualquiera,
un nombre corriente
con el que caminan
con paso doliente,
arriba y abajo,
húmedas aceras
canturreando siempre
la misma canción.


Y por más que tiempos felices
saquen a pasear de la mano,
los recuerdos suelen ser tristes
hijos, como son, del pasado,
de aquello que fue y ya no existe.


Pero los recuerdos
desnudos de adornos,
limpios de nostalgias,
cuando solo queda
la memoria pura,
el olor sin rostro,
el color sin nombre,
sin encarnadura,
son el esqueleto
sobre el que construimos
todo lo que somos,
aquello que fuimos
y lo que quisimos
y no pudo ser.

Después, inflexible, el olvido
irá carcomiendo la historia;
y aquellos que nos han querido
restaurarán nuestra memoria
a su gusto y a su medida
con recuerdos de sus vidas.

[“Los Recuerdos”- J. M. Serrat]

domingo, 11 de marzo de 2007

Dudas? no, gracias...

Es extraño esto de la “intuición” [aunque me gustaría nombrarla de otra forma]. ¿Cómo distinguirla de un simple deseo, racionalización, etc.? Bueno, para mí, al menos, funciona de esta forma: cuando es algo fuerte, que escucho con claridad, una idea bien delineada… eso NO ES! Por lo general es algo sutil… que está ahí, con una firmeza extraña… y casi nunca la pesco. Aunque en muchas situaciones me he dado una gran vuelta, sólo escuchando a “las ideas claras”, lo que “yo creía”… y al final, me encuentro nuevamente en el punto de partida, con un “te lo dije” interno… siempre supe qué debía hacer… Pero, hay otro punto… la experiencia. Si hubiese seguido en “x” e “y” situaciones a esta “intuición”, sí, me hubiese ahorrado muchos dolores de cabeza… Pero, la sensación habría sido [quizás] que era un problema mío… que por miedo las cosas no decantaban en algo… y así estaría, sin dolor, pero frustrada…

Uno de mis primeros recuerdos es cuando tenía tres años… Estaba en la casa de suecia, frente a una estufa encendida… mi abuela me decía desde la habitación contigua: -no pongas las manos ahí, que te vas a quemar!!-, una y otra vez… Ehm… que hice yo?? Puse la mano sobre la estufa!! 8) :P Me quedó grabado eso… la mano derecha sobre la estufa… después hay una laguna… luego, sentada en el piso afirmándome la mano, y mi viejo entrando a la casa con una bolsa de carbón… otra laguna… luego, en el auto, empuñando un pañuelo blanco, camino a urgencias :P … debe ser algo similar…

En todo caso, aún prefiero quemarme la mano, y pasar por aweoná… que quedar con la incertidumbre, y pasar por viva :P

viernes, 2 de marzo de 2007

Pendientes...

Siempre que me mando alguna cagá se me viene a la cabeza el libro “Sueños y Existencia”… la portada… negro, blanco, gris y rojas las letras… no lo he leído… porqué lo recuerdo??

Tenía 17 años… estábamos en el colegio, en la biblioteca [todo el curso], buscando material para un ensayo… tema libre… entre tanto
“amor”, “libertad”, “fe”, y ese tipo de mamonerias que la mayoría escogió XD… decidí escribir acerca de lo que me pasaba en ese momento [y claro, latente aún mi fijación escolar de intentar ser distinta al resto XD]… “la angustia”… muy bien!

Le pregunté al profe… ok, me mandó a buscar algunos libros… entre esos estaba “Sueños y Existencia”, de Fritz Perls… el trozo que escogí hablaba de la angustia por las cosas que se han hecho… que por la irreversibilidad del tiempo, el no poder volver a “ese” momento a remediar las cosas, se producía la angustia… En ese momento no lo entendí, ya que mi angustia era provocada por las cosas que “no hice”…

En fin… transcribí eso, y me puse a dar jugo por ahí… De pronto el profe se para al lado mio, enojado, y con su voz ronca usual, algo golpeada esta vez, me dice: “¿Qué está pasando, srta. xxx? Ud. sólo pierde el tiempo… antes no era así… bla blá… léase el libro sueños y existencias, entero… bla blá”
[En esa época estaba pasando por una de tantas crisis del “amor al conocimiento”… y este caballero lo sabía]

Entonces cada vez que estoy mal, o tengo una nueva crisis del conocimiento, u otras cosas… se me viene el libro a la cabeza [la portada, más bien XD]… y pienso “si lo hubiese leído, quizás no tendría este problema… o sabría como superarlo… o qué se yo…”.
He idealizado el libro a tal punto que ya me asusta leerlo… pero, al no leerlo, quedo con la siguiente sensación: este es uno de las tantos “pendientes” que he ido acumulando en el tiempo… que si fuese más constante, hubiera realizado… y de haberlos realizado, quizás ahora sería una lumbrera… pero sólo sé un poco de algunas cosas… sigo siendo el “proyecto de…”, lo que “pudo haber sido si…”

Leer… o no leer?

Estallará?

Hoy estaba pensando acerca de los tipos de silencio. He escuchado a muchas minas (y minos también) decir: -algo que me carga de mi pareja/andante/loquesea es que, cuando estoy callada/o, me pregunte qué me pasa… sólo estoy callada/o, no tengo ganas de hablar!!

Creo que habría que hacer una diferenciación [Es sólo una percepción, quizás esté totalmente equivocada]. Una persona puede estar silenciosa, mirando el horizonte, etc etc., pero que no sea por “una razón”, por un “algo no dicho” al otro, por algún conflicto sin tratar… ¿Cómo se diferencia? Por la presión [definiéndolo de modo algo arcaico]. Hay una presión en el aire… es como si el silencio se estructurara entre ambas/os… Me acordaba de la concepción de realidad de los griegos. Decían que lo que es real es lo que presiona [por ej. una mesa es real porque no puedes atravesarla, al intentarlo te presionará].

En fin… ¿A qué quiero llegar? Me empelota esa estructura. El sentir esa presión [puede verse en varios ámbitos, no sólo de pareja: amistad, relaciones filiales, etc etc]. Es como estar inflando un globo… soplar y soplar… sabes que está a punto de… quizás te duela la explosión… pero no termina… se sigue inflando…

¿Será similar a esas cosas que quedan a medias? O quizás sea más que a medias… me refiero a esas situaciones “que pudieron haber sido”, pero no… o quizás si… pero jamás lo sabrás, no tendrás la certeza… sólo fue ese segundo, ese momento… y por mucho que preguntes ahora, o que pienses, o te cuestiones, no tendrás idea…[en la película “el espinazo del diablo”, de Guillermo del Toro, trata de eso. Comienza con la imagen de una bomba cayendo… y no explota, se queda ahí por muchos años. Y en las diferentes historias se puede observar eso mismo: cosas que quedan “en veremos”, “sin resolver” etc]… esos fantasmas que vagan por ahí, es como si su esencia impregnara la estructura… [tengan o no relación con la persona en cuestión]… no será que… al ser estos fantasmas el “alma mater” de la presión ya descrita… se crea un nuevo tipo de presión, y por eso me molesta tanto? Una presión-no-presionable: que en apariencia puede ser aprehendida, pero en el fondo no es posible? Esa bomba que jamás estallará?


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"Hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos"

[Extracto de “Soledades”- M. Benedetti]